La semana pasada la Corte de Entre Ríos le negó la excarcelación a Nahir Galarza. Por ese motivo, la joven de 20 años condenada a prisión perpetua por el asesinato de su novio Fernando Pastorizzo, inició una huelga de hambre y solo ingiere agua.
La medida de la reclusa es porque se suspendieron las visitas a los detenidos en todos los penales del país para prevenir los contagios de coronavirus.
Según detalla Infobae, la medida fue idea de Galarza pero otras condenadas también se sumaron y varias firmaron un acta en el que sostienen que la huelga es por la prohibición de las visitas.