La Justicia de La Pampa condenó a un empresario de 78 años a la pena de 18 años de prisión por abuso sexual agravado luego de haber violado a sus cuatro nietas y una sobrina. El hombre permanecerá con prisión preventiva hasta que la condena quede firme.
El acusado es Elbio Hugo Eyheramonho, un productor agropecuario e ingeniero civil oriundo de Santa Rosa, dedicado al rubro de la construcción y los negocios inmobiliarios, según su perfil comercial, para quien la fiscalía había solicitado 28 años de prisión. Entre sus negocios, de acuerdo al Boletín Oficial, Eyheramonho integró una sociedad para conformar una constructora con una mujer que fue registrada como su pareja.
Las figuras legales por las que se condenó a Eyheramonho incluyeron agravantes como el vínculo, la situación de contexto y la edad de las niñas: a una de las nietas la agredió sexualmente con tocamientos cuando ella tenía entre 3 y 4 años y hasta los 7 de acuerdo a la acusación. Los hechos se repitieron en la vivienda del abuelo y en al menos dos oportunidades y en dos lugares distintos.
A otra de ellas, con las pruebas reunidas durante el juicio oral, se probó que también la tocó en un baño de su casa, adonde sus padres la llevaban muy seguido y hasta se quedaba a dormir.
Mientras que a otra, el condenado abusó de ella cuando tenía 6 años y hasta los 11 o 12, tanto cuando iba a visitarla -junto a su esposa- fuera de la provincia, como cuando la víctima se trasladó con sus padres a Santa Rosa.
Con respecto a su sobrina, se le imputó el delito de abuso sexual simple, por ser la víctima menor de 13 años en dos oportunidades, y en concurso real. Se acreditó que la atacó en 2017: una de ellas en la casa de la abuela paterna de la víctima y la otra en un domicilio del agresor.
Todas las menores sufrieron afectaciones psicológicas en distintos grados, según consignaron los especialistas durante las audiencias, y una de ellas padece secuelas aún más graves.
La sentencia fue dictada por los jueces Gastón Boulenaz, Andrés Olié y Alejandra Ongaro, quienes además dispusieron que el acusado continúe preso hasta que ella quede firme.
El voto inicial lo redactó Ongaro y sus pares adhirieron a sus considerandos y conclusiones. Además, todos los hechos fueron enmarcados en las leyes 26.485 de Protección Integral contra las Mujeres, y 26.061 de Protección Integral de los derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Hace dos años, una de las víctimas, que ahora tiene 24 años, contó en la redes sociales la pesadilla que atravesó. Relató que decidió viajar a Santa Rosa y enfrentar a su abuelo en presencia de su papá, su mamá, sus tías y su abuela, y que “esa reunión fue fuerte”, recordó la joven, según reflejaron varios medios provinciales.
“Él (su ‘abuelo’) estaba muy relajado, como muy ‘pancho por su casa’. Estaba muy tranquilo. En un momento él dijo que a los niños había que iniciarlos sexualmente. Yo exploté. Me puse como loca. En realidad, todos. Para mí era bastante crudo lo que decía”, manifestó.
Tras conocerse la condena, Claudia Eyheramonho, una de las hija del empresario condenado y madre de una de las víctimas, la más pequeña, declaró ante la prensa su satisfacción por la condena “pero fundamentalmente porque está adentro y de esta manera toda mi familia y mi madre vamos a estar en paz, lo que no conseguiríamos si le dan prisión domiciliaria”.
Finalmente, la Justicia emitió un fallo ejemplar.