El jueves se conoció el dato de la inflación, lo que más sorprendió fueron los aumentos en restaurantes y hoteles donde subió 9,8% en julio que lleva acumulado un avance del 53,7% en lo que va del año, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a nivel nacional que elabora el INDEC. Ese comportamiento es, para los empresarios del sector, una consecuencia de las restricciones que se impusieron durante la pandemia.
“Es cierto que hoteles y gastronomía es un rubro cuyos precios aumentan por encima del nivel general, pero hay que tener en cuenta que venimos de la pandemia y este sector fue uno de los más afectados. Tuvimos una caída mucho más abrupta que el resto de las actividades, ya que directamente no podíamos abrir los establecimientos”, comentó el secretario Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) Gustavo Fernández Capiet.
El dirigente sostuvo que “estamos muy poquito por encima del nivel general del IPC, dos o tres puntos, con una inflación de 70% o más” y aclaró que en el sector “no somos formadores de precios, sino tomadores”.
En julio, el rubro “Restaurantes y hoteles” se ubicó en el podio de los que más aumentaron, solo superado por “Recreación y cultura” y “Equipamiento y mantenimiento del hogar”. Si la comparación se hace a nivel anual, la diferencia con el índice general es muy abultada: 90,6% contra 71%.
Los aumentos en las tarifas del servicio de alojamiento en hoteles por motivos turísticos -a raíz de las vacaciones de invierno- es uno de los motivos por los cuales la inflación pegó más en este negocio.
Fernández Capiet explicó a TN que la gastronomía explica el 70% del índice inflacionario del sector y la hotelería el 30% restante. El 30% de los costos son salarios y otro 30% servicios e impuestos, con el 60% restante “tenemos más chances de manejo, si bien el margen de maniobra es poco porque prestamos servicios al consumidor final”, dijo el empresario.
También destacó que están recuperando los índices de actividad previos a la pandemia, pero con cierta dispersión según la envergadura de los centros turísticos.
No obstante, aclaró que los empresarios hoteleros y gastronómicos comenzaron a salir de la pandemia “con una mochila de deuda importante. Muchos aún están pagando deudas porque resultó mucho más caro cerrar que mantener abierto. Cuesta bastante la reapertura”.
Pero a pesar de números en rojo, en el sector se entusiasman: aseguran que ya hay niveles de ocupación similares a la prepandemia y las vacaciones de invierno alcanzaron valores récord. Según se desprende de un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) viajaron en la temporada 15,9 millones de personas por el país, 20,7% más que el año pasado y gastaron $147.313 millones en las ciudades que forman parte del circuito turístico nacional; el impacto económico fue 95,2% mayor a 2021 a precios constantes.
En gastronomía, se registró un 57% de incremento en la ocupación de locales gastronómicos de las principales ciudades turísticas del país, en comparación con el mes anterior.