En una reñida definición, el ex presidente de Brasil, Lula da Silva, se impuso en la primera vuelta de las elecciones presidenciales por 4 puntos al actual jefe de Estado, Jair Bolsonaro, pero no alcanzó el 50% requerido por la ley y habrá ballotage el próximo 30 de octubre.
Los resultados sorprendieron ya que prácticamente todas las encuestas daban cuenta de una diferencia mucho más holgada en favor del líder del Partido de los Trabajadores (PT). Varias encuestadoras, incluso, arrojaban una contundente victoria en primera vuelta.
Con el 97,77% de los votos escrutados, Lula obtuvo el 47,88% de los votos, y Bolsonaro el 43,68%.
Como se esperaba, el resto de los candidatos se ubican muy lejos de los principales aspirantes. Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasileño, y Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista, apenas superan el 4 y 3%, respectivamente. Los otros siete, en tanto, no logran pasar el 1%.