Las nuevas tarifas para los clientes hogareños que perdieron una parte y la totalidad de los subsidios vigentes corren desde el 1 de noviembre y encierran aumentos finales que oscilan entre el 60% y 150%.
A diferencia de los servicios de luz y gas donde la segmentación se hizo tomando en cuenta los niveles de ingresos y la situación patrimonial de los usuarios, en el caso de AySA el esquema de eliminación de los subsidios y subas tarifarias se basa en un criterio geográfico que diferencia tres «rangos zonales»: alto, medio y bajo.
Los usuarios residenciales que viven en los barrios y sectores zonificados como de «valor alto» ascienden a un total de 520.000 y son los primeros que ya se quedaron sin ninguna clase de subsidios y afrontan desde el primer minuto de noviembre un aumento tarifario del 150%.
Este grupo abarca a todos los inmuebles y viviendas de los barrios porteños de Núñez, Belgrano, Palermo, Recoleta, Caballito y parte de Retiro. A ellos se agregan los hogares de los barrios privados y countries ubicados en el Conurbano bonaerense.
El segundo segmento agrupa a poco más de 1 millón de usuarios encuadrados en el «nivel zonal medio». Concentra básicamente a los habitantes de los barrios capitalinos de Saavedra, Coghlan, Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Villa del Parque, Almagro, Balvanera y San Nicolás.
En este caso, la pérdida de subsidios será en forma gradual entre noviembre y marzo de 2023. Ahora deben afrontar una suba tarifaria promedio del 70%. En enero y marzo llegarán otros dos ajustes promedio del 38% en cada caso, tras los cuales pasarán a a pagar las tarifas plenas sin ningún tipo de subsidios.
El tercer rango de hogares corresponde a los ubicados en las «zonas de valor bajo». Alcanzan a un total de 1,1 millones de usuarios afincados en los barrios porteños de Mataderos, Villa Soldati, Villa Lugano, entre otros. También en esta categoría se encuentran los que vienen en la mayoría de las localidades de las regiones Norte, Oeste y Sur del Gran Buenos Aires.
A estos usuarios ya les corre una quita de subsidios del 55%. En enero tendrán otro recorte del 30% y partir de marzo solo conservarán una bonificación tarifaria del 15%.
Los únicos que, por ahora, continuarán pagando las boletas de agua y cloacas sin aumentos son los 210.000 usuarios residenciales que cuentan con los beneficios focalizados de las distintas modalidades de tarifa social o comunitaria que tienen una vigencia anual y deben ser aprobadas por el Ente Regulador de Agua y Saneamiento (ERAS).