Hija de Yosaburo Kodama y de María Antonia Schweizer, Kodama nació en Buenos Aires en 1937. Tras su formación inicial, estudió literatura en la Universidad de Buenos Aires y fue de ese modo que conoció a Borges, en los años 60. Él el llevaba 38 años.
Fue años después de comenzar a frecuentarse que ambos empezaron a mostrarse en público. Lo hicieron en algunos viajes que debía realizar el escritor, uno de los más consagrados a nivel internacional.
Si bien en un primer momento Kodama, su heredera testamentaria, colaboró con Borges en algunas obras y traducciones, como “Breve antología anglosajona” y el libro de viajes “Atlas”, también escribió propias, como “Relatos” y “Homenaje a Borges”.
Tras la muerte del escritor, Kodama -también profesora y siempre con su cabello en dos tonos, blanco y gris- trabajó en su nombre por décadas. Recorrió el mundo para difundir su obra, para cuidar su legado, para asegurarse su correcta interpretación. Viajó a decenas de países donde el autor tenía fanáticos, desde Mongolia a Japón, desde Francia a Egipto. Ese era su objetivo.