De a poco va tomando forma la receta digital y los ministros de Salud provinciales tendrán mañana una reunión virtual en la que el responsable de la cartera nacional, Mario Russo.
Este les informará dos puntos, el primero es que, aunque en una semana debería entrar en vigencia la obligatoriedad de la prescripción por receta médica electrónica, el Gobierno prorrogará las órdenes manuscritas hasta diciembre. La segunda, que el 1 de julio saldrá la reglamentación de todo ese asunto y, con ella, los detalles de implementación de dos registros obligatorios: uno que habilitará las plataformas de confección de recetas electrónicas y otro (que existe, pero está incompleto) para registrar a los médicos de todo el país que pretendan seguir indicando remedios y prácticas clínicas, claro está, en forma electrónica.
También se enterarán de las novedades sobre los dos registros (disponibles desde el 1° de julio) que, dice el Gobierno, sostienen toda la iniciativa de la receta electrónica.
El primero ya existe desde agosto de 2023, pero el Gobierno busca actualizarlo y completarlo. Es el Registro Federal de Profesionales de la Salud (REFEPS), que pende del famoso SISA. Todos los médicos que quieran seguir indicando medicamentos y prácticas en 2025 deberán figurar ahí, aunque la tarea de carga nombre por nombre la tienen los colegios provinciales, que son los que tramitan las matrículas profesionales.
El segundo es nuevo. Se llama Registro Nacional de Plataformas Digitales Sanitarias (ReNaPDiS). Es nada menos que un reservorio de las apps y plataformas de receta electrónica “habilitadas” por el Ministerio, una clasificación que hasta ahora solo existía en forma declamativa.
Es que, a pesar de que la receta electrónica tiene datos personalísimos de los ciudadanos y a pesar de que toda esa información queda después boyando electrónicamente, el desconocimiento sobre quiénes están detrás de esos desarrollos y qué uso hacen de los datos personales es casi total, ya que el Estado no los vino controlando.
FUENTE CLARÍN