Con el objetivo de contener la inflación, el Gobierno decidió postergar los aumentos de las tarifas de luz y gas, previstas para julio, que iban a hacerse por un índice atado a la evolución de los precios. Las subas iban a representar un impacto adicional de entre el 2% y el 3% para hogares, comercios e industrias.
Además el ministro de Economía, Luis Caputo, decidió avanzar con un incremento en los impuestos a los combustibles, que se traducirá en un aumento del 1% en el precio de la nafta y el gasoil a partir del 1° de julio. Como sucedió en junio, la actualización impositiva es parcial, dado que todo el traslado de la inflación del primer trimestre hubiera significado un salto de 12% en el valor de las naftas.
Cabe destacar que según pudo confirmar TN, la decisión oficial de postergar los aumentos en las tarifas de gas y luz busca moderar el impacto en la inflación, luego en junio las alzas de los precios del gas y el inicio de la quita de subsidios a los sectores medios y bajos sumó puntos al IPC.
Las empresas afectadas por la nueva postergación incluyen a Edenor, Edesur, TGS, TGN, Metrogas, Naturgy, Camuzzi, Ecogas, que habían acordado previamente ajustes periódicos con el Ejecutivo bajo una fórmula de indexación mensual. Sin embargo, este sistema será reevaluado con una perspectiva que incorpora la inflación futura proyectada. Esto último es lo que se pospuso nuevamente.
Como anticipó TN, la secretaría de Energía a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo ya había decidido que el incremento en los costos invernales del gas sería asumido por comercios, industrias y usuarios de altos ingresos, mientras se avanzaría en la quita gradual de subsidios a los usuarios de bajos y medios ingresos. De igual forma, lo hizo a principios de junio con las tarifas de luz.