Esta decisión se conoció este miércoles, luego de que la Argentina votara en la ONU en contra del embargo de Estados Unidos a Cuba.
En un principio se había especulado con que la representación argentina podía votar, por primera vez en la historia, en contra de la resolución, acompañando a su aliado Estados Unidos e Israel. La resolución aprobada por la ONU no es vinculante.
Los continuos cruces entre la Casa Rosada y la Cancillería decantaron finalmente en la salida de Mondino del Palacio San Martín.
En los últimos meses, fue creciendo la tensión que incluyó la salida del embajador argentino ante la ONU, el diplomático de carrera Ricardo Lagorio. Además, el propio presidente había decidido avanzar en una especie de “intervención” en la Cancillería a través de las designaciones, primero, de la abogada Úrsula Basset y, luego, de la reforma de la Secretaría de Culto y Civilización con Nahuel Sotelo a la cabeza.
Además, a mediados de este mes, el gobierno había advertido a los embajadores que debían “acompañar las ideas de la libertad o dar un paso al costado”. El mensaje de Milei fue enviado a través de una comunicación interna del Ministerio de Relaciones Exteriores que le llegó a todos los diplomáticos. En ese momento, el mensaje generó preocupación, incertidumbre y hasta incredulidad del cuerpo profesional de la Cancillería.