Fue el escándalo de la navidad, ahora la Embajada de Rusia consideró “una grave violación de derecho internacional” el control de alcoholemia a sus diplomáticos en Recoleta.
“Consideramos lo ocurrido como una grave violación del derecho internacional, sobre todo sobre sus disposiciones sobre inmunidades diplomáticas”, dijo un funcionario que se identificó como el primer secretario de la embajada rusa en Buenos Aires, de nombre Alexander.
Según afirmó, la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas establece que “ningún vehículo diplomático puede ser objeto de ningún registro o embargo”.
Este hecho ocurrió en un control de alcoholemia realizado en el barrio porteño de Recoleta. A lo largo de la mañana, los diplomáticos rusos Sergei Baldin y Cardmath Salomatin fueron demorados a bordo de sus vehículos con chapa diplomática, pero se negaron a realizarse el test. El primer auto fue detenido a las 10.45 y el segundo al mediodía.
Tras rechazar a los oficiales que quisieron hacerle el test, Baldin se encerró en su Volkswagen Bora blanco y tuvo que intervenir la Cancillería.
Baldin, de 38 años, tiene un documento argentino número 60 millones y también cuenta con un documento de su país natal. Según indicaron fuentes del caso a TN, es encargado comercial de la Embajada de Rusia en la Argentina.
El mismo episodio se repitió una hora y media después con Salomatin.
Finalmente, ambos vehículos fueron escoltados a la embajada rusa, que se halla cerca del lugar. Según trascendió, allí se le labraría un acta.
Qué dice la Convención de Viena
La Convención de Viena, en su artículo 22 inciso 3 establece que “los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes situados en ellos, así como los medios de transporte de la misión, no podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución”.
Sin embargo, el artículo 41 establece que las personas que gocen de privilegios e inmunidades deben “respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor; no inmiscuirse en los asuntos internos del Estado receptor; tratar los asuntos oficiales de la misión con el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor y no utilizar los locales de la misión de manera incompatible con sus funciones”.