El FMI advierte sobre desequilibrios externos y reclama más reformas estructurales en Argentina

Mientras el Gobierno espera la aprobación de la primera revisión del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por US$ 20.000 millones, el organismo publicó un informe en el que plantea observaciones directas sobre la situación económica del país y señala los desafíos pendientes en materia de reservas, tipo de cambio y reformas estructurales.


El documento, titulado “Desequilibrios globales en un mundo cambiante”, analiza la posición externa de 30 economías relevantes y, en el caso argentino, si bien reconoce mejoras macroeconómicas desde fines de 2023, advierte que las reservas internacionales netas siguen siendo críticamente bajas y que el acceso al financiamiento internacional continúa restringido.

La publicación llega días antes de que el board del FMI trate la primera revisión del acuerdo vigente, que podría habilitar el desembolso de US$ 2.200 millones. La reunión está prevista para el jueves 31 de julio, y las reservas acumuladas hasta junio eran una de las metas principales, aunque la revisión de esa variable fue postergada a julio tras no alcanzar el objetivo original de US$ 4.400 millones.

Reservas en el centro del debate

Según el informe, las reservas netas del Banco Central pasaron de un saldo negativo de US$ 11.000 millones a una mejora de US$ 6.000 millones a lo largo de 2024, gracias a compras de divisas y toma de deuda que compensaron los pagos de deuda pública. Sin embargo, a fines de marzo de 2025, el saldo negativo volvió a ubicarse en torno a los US$ 6.000 millones, lo que llevó al FMI a calificar la cobertura de reservas como “insuficiente”.

El organismo remarcó que es necesario reforzar los esfuerzos para reconstruir las reservas internacionales a mediano plazo, como condición clave para la sostenibilidad externa.

Exigencias del FMI: reformas, competitividad y tipo de cambio

El informe también indica que, pese a los avances del programa económico, se requieren reformas estructurales adicionales para consolidar la estabilidad. En particular, apunta a la necesidad de una economía más abierta, un tipo de cambio más flexible y la eliminación gradual de las restricciones cambiarias.

“La aplicación sostenida del programa recientemente aprobado —con su ancla fiscal, régimen cambiario más robusto y reformas orientadas a la competitividad— es esencial para recuperar el acceso a los mercados y atraer inversión extranjera directa”, sostiene el organismo.

En ese sentido, el Fondo valoró el levantamiento gradual del cepo desde fines de 2023 y la implementación de bandas de flotación cambiaria, pero advirtió que una apreciación del peso superior al 40% en el primer trimestre de 2025 podría afectar la competitividad si no es acompañada por mejoras de productividad.

Déficit externo y presión sobre el tipo de cambio

El FMI señaló que la cuenta corriente pasó de un déficit del 3,4% del PBI en 2023 a un superávit del 1% en 2024, gracias al ajuste fiscal y la contracción de la demanda. No obstante, proyecta un nuevo déficit del 0,4% para 2025, en un contexto de recuperación del consumo y menores restricciones a las importaciones.

De acuerdo con el organismo, una cuenta corriente sostenible debería ubicarse en torno al 1,4% del PBI para asegurar la acumulación de reservas sin incurrir en mayor endeudamiento externo.

Posición externa y riesgos financieros

El informe destaca que gran parte de la posición externa positiva de Argentina se explica por activos del sector privado en el exterior, mientras que el gobierno y el Banco Central mantienen un balance negativo. En este marco, el FMI advierte sobre las vulnerabilidades financieras, especialmente ante flujos especulativos, y recomienda mantener políticas macroprudenciales para evitar desestabilización cambiaria o salidas abruptas de capitales.

En resumen, aunque el FMI reconoce avances macroeconómicos, considera que la sostenibilidad externa de Argentina aún enfrenta riesgos considerables, y condiciona la continuidad del programa al cumplimiento riguroso de metas fiscales, acumulación de reservas y reformas que impulsen la productividad y la inversión.

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