El proyecto de Presupuesto Nacional para 2026 incluye una medida que genera fuerte debate: la eliminación de la movilidad automática de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y de las asignaciones familiares. Con esta modificación, los aumentos dejarían de estar regidos por un índice preestablecido y pasarían a depender de decisiones del Poder Ejecutivo.
Hoy estas prestaciones se actualizan siguiendo la evolución de salarios y precios. Si la propuesta se aprueba sin cambios, la AUH, la Asignación por Embarazo, la Ayuda Escolar y otros beneficios perderían ese mecanismo y podrían sufrir retrasos en los incrementos.
Según datos oficiales, las asignaciones familiares alcanzan a más de 9 millones de beneficiarios, mientras que la AUH llega a unos 4 millones de niños y adolescentes en todo el país. Especialistas en política social advierten que la iniciativa podría implicar una pérdida de poder adquisitivo para los sectores más vulnerables si no se fija un sistema de actualización transparente.
Desde el Gobierno argumentan que la medida busca otorgar mayor flexibilidad al manejo presupuestario. Sin embargo, organizaciones sociales y legisladores opositores alertan que la discrecionalidad podría convertirse en un recorte encubierto y generar mayor desigualdad. El debate promete ser uno de los puntos más calientes en el Congreso durante las próximas semanas.