La protagonista es una mujer que quiso entrar desde Paraguay con más de cien mil euros sin declarar, llevaba el dinero escondido en un equipo de mate y no supo explicar el origen ni el destino de las divisas: “Le estoy haciendo un favor a alguien, no sabía que eran euros”, afirmó.
La Dirección General de Aduanas incautó el total del dinero por infracción al régimen de equipaje. Agentes especializados descubrieron que una ciudadana argentina intentaba ingresar al país con 104.750 euros sin declarar. La mujer llegó en un auto con patente argentina al Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, que une nuestro país con Paraguay.
La ciudadana hizo los trámites migratorios para ingresar a Posadas desde Encarnación y después fue recibida por el personal aduanero, que procedió a realizar los controles de rutina. Los inspectores la notaron muy nerviosa, ya que se mostraba inquieta, apretando su equipo de mate.
Ante esa actitud sospechosa los agentes de la Aduana le preguntaron si tenía algo para declarar, a lo cual la mujer respondió negativamente, señalando que sólo llevaba un porta termo. Así, le pidieron que lo abriera pero, en un principio, se resistió. Sin embargo, finalmente lograron inspeccionar el interior de la matera, donde, en efecto, encontraron numerosos fajos de euros envueltos en papel de cocina. Había billetes de diferentes denominaciones que, en total, sumaban nada menos que 104.750 euros.
Ante ello, la mujer, visiblemente intranquila, aseguró: “Le estoy haciendo un favor a alguien, no sabía que había euros”. No obstante, la maniobra excedía ampliamente el límite de divisas que se puede ingresar al país sin declarar, de USD 10 mil (o su equivalente en otra moneda), por lo cual constituía una flagrante infracción al régimen de equipaje. En ese marco, la Aduana incautó el total del dinero.
Hace algunos días, agentes especializados de Aduanas que cumplían funciones en la provincia de Mendoza descubrieron que dos ciudadanos chilenos intentaban ingresar al país 200 mil euros adosados al cuerpo. Así, el procedimiento realizado en el Sistema Cristo Redentor, en la frontera entre la Argentina y Chile, culminó en una denuncia penal por contrabando de divisas contra ambos hombres, además del secuestro de las divisas. Intervino en la causa el Juzgado Federal N° 1 de Mendoza.
La Aduana luego llevó adelante una investigación para dilucidar el origen y destino del dinero y constató que uno de los ciudadanos del país vecino había realizado exportaciones de productos primarios sin liquidar las correspondientes divisas en nuestro país. “En ese marco, hay razones para presumir que los 200 mil euros secuestrados no solo provenían de las exportaciones ilícitas en cuestión, sino que eran parte de un nuevo intento de repetir la maniobra”, mencionó la Aduana.
“Las acciones se ajustan a un perfil de riesgo que la Aduana viene elaborando con relación a las exportaciones de productos primarios, entre los cuales se destaca el ajo: operadores que adquieren la mercadería en efectivo, en grandes cantidades, en el mercado informal; la exportan mediante empresas cáscara, sumamente informales y sin una capacidad acorde al volumen exportado; luego, con la mercadería ya colocada en el exterior, evaden la debida liquidación de divisas en la Argentina”, aseguró el organismo de control de fronteras.
La Aduana constató que uno de los ciudadanos chilenos denunciados había realizado exportaciones irregulares a Chile y Brasil —las mercaderías consistían en madera y ajo. Las ventas con destino Brasil fueron trianguladas mediante empresas radicadas en el país trasandino. En ese marco, fueron realizados dos allanamientos en Tunuyán, Provincia de Mendoza, que resultaron en el secuestro de elementos probatorios de las maniobras delictivas.