En la autopsia del cuerpo de Fernando Báez Sosa se registró en su rostro la marca de una zapatilla que se corresponde con la de uno de los rugbiers que le pateó la cabeza. De esta manera, la policía forense analizará los calzados de los 10 detenidos por el homicidio del joven de 18 años para saber quién fue el autor material del hecho.
A través de una técnica denominada scopometría, que proviene del griego skopein (observar) y metrón (medir), los agentes buscarán constatar a quien pertenece esa huella. Se trata de una serie de procedimientos no invasivos basados en la observación y la medición. Además del estudio del calzado de los implicados, la disciplina se puede realizar sobre prendas ropa, tarjetas de créditos o sellos de versión original.
“Es un trabajo de comparación entre elementos indubitados, es decir que no se duda de su origen, y elementos dubitados, que son los que están con dudas sobre su correspondencia. En la investigación de Gesell, son huellas de zapatillas en un cadáver“, explicó Maximiliano Ríos, licenciado en Criminalística y especialista en Investigación Científica del Delito, en una entrevista con la agencia Télam.
En este sentido, tomarán fotografías de la suela de cada una de las zapatillas. Luego se las comparará con las marcas del cuerpo de Fernando.
“Si fuera una huella de pie calzado, se busca alguna deformación o faltante en el calzado para hacer comparación con la huella en la piel”, sostuvo Ríos.
Por el crimen de Fernando Báez Sosa, que ocurrió el domingo por la madrugada en la localidad balnearia, se encuentra detenidos 10 rugbiers. Ciro Pertossi y Máximo Thomsen están imputados por homicidio agravado y los otros ocho están considerados partícipes necesarios.
