Lunes muy picante climatológicamente hablando porque una potente masa de aire polar comenzó a avanzar este fin de semana sobre gran parte del país, dejando a su paso un marcado descenso térmico, ráfagas intensas y las primeras nevadas del invierno. Desde las primeras horas del domingo, se registraron precipitaciones de nieve y agua nieve en zonas altas de la región pampeana, como Sierra de la Ventana y la localidad bonaerense de Puán.
El fenómeno, que llegó primero a la Patagonia, ahora impacta de lleno en el centro del país. Para este lunes 23, se espera una máxima de solo 10 °C y una mínima de 3 °C en la ciudad de Buenos Aires y alrededores.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), hay baja probabilidad de aguanieve en algunos sectores del AMBA, como Hurlingham, Ezeiza, La Matanza, General Rodríguez e Ituzaingó. Sin embargo, se anticipa que en la ciudad de Buenos Aires solo se producirán lluvias.
El meteorólogo Mario Navarro, del Observatorio de Salsipuedes, explicó que aunque la probabilidad de nieve en Buenos Aires es reducida, no puede descartarse por completo: “Podría haber algo de hielo o granizo suave, muy breve y puntual”. Además, anticipó una segunda ola polar “el doble de fría que la actual”, que provocará temperaturas extremas y nevadas extendidas.
En la Patagonia se prevén marcas térmicas de hasta -17°C, con sensaciones térmicas cercanas a los -21°C, mientras que gran parte del país permanecerá bajo alertas por vientos fuertes. El SMN emitió alertas naranjas y amarillas para Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Mendoza, San Luis y el norte de la Patagonia.
Frente a este escenario, las autoridades recomiendan ventilar los ambientes calefaccionados, abrigarse con varias capas de ropa, proteger a personas vulnerables y extremar precauciones al conducir en rutas afectadas por heladas o nieve.
El invierno llegó con fuerza, y aunque la probabilidad de nieve en la ciudad es baja, no deja de ilusionar a los porteños con repetir la postal de julio de 2007.