Valeria Mazza y su hija vivieron una situación de terror: cinco ladrones ingresaron a su casa, y según las primeras informaciones, la modelo reaccionó con gritos y se enfrentó con ellos hasta lograr que se fueran. La intrusión pone en evidencia un nuevo nivel de inseguridad para personalidades mediáticas.
Los delincuentes ingresaron con sigilo, aprovecharon un momento de descuido y accedieron a la vivienda. Al parecer, la presencia de Mazza espantó a los intrusos: su reacción fue clave para evitar que el robo se volviera más grave, aunque no está claro qué se llevaron.
El hecho generó gran conmoción en el ambiente social y mediático: la modelo es una figura pública muy reconocida, y el episodio reabre el debate sobre la protección de personalidades influyentes y vulnerables.
Las autoridades ya están investigando el episodio. Se espera que se informe oficialmente sobre qué robaron, cómo fue el modo de entrada y si los ladrones actuaron con planificación. Para Mazza, es un golpe emocional: quienes conocen su rutina señalan que podría replantear su seguridad personal.

