Brian Bortoni y su pareja Ariel fueron víctimas de un feroz ataque homofóbico en medio de una plaza en Villa Urquiza, en Holmberg 2548. La pareja se estaba besando hasta que un hombre salió con un látigo, comenzó a perseguirlos y los atacó.
«No tienen que estar acá haciendo eso. Son unos desubicados, no tienen derecho», les gritó, en un claro acto homofóbico, mientras los corría alrededor de la plaza y les pegaba. Se trataba de un «látigo trenzado de paja con la punta metálica», según consta en la denuncia policial que el propio Brian realizó en la Comisaría Vecinal 12C.
Después de declarar ante los efectivos, el joven difundió la agresión en TN y la Gente. «Nos atacó a mi pareja y a mí por ser homosexuales. Parecía una situación del siglo pasado», fue lo primero que pudo relatar sobre el episodio que le había tocado vivir.
Algunas horas después, un poco más relajado, contó: «Estaba sentado con Ariel en un banco, mientras vimos que en la vereda de enfrente había una familia despidiendo a un nene, que aparentemente era el sobrino del hombre que nos agredió». «Él estaba con una camioneta tipo motorhome, una Fiat Ducato blanca. En un momento se subió y se fue. Pero unos minutos después lo vimos acercarse otra vez, caminando, con el látigo en la mano», recordó.
Brian explicó que recién se dio cuenta de que se trataba de la misma persona porque el resto de la familia seguía en la calle y lo reconoció. «Creo que fue premeditado», dijo. Primero atinaron a correr para evitar ser golpeados, hasta que él vio la oportunidad de reducir al agresor, gracias al conocimiento que tiene en artes marciales y defensa personal.
«En un momento logré retenerlo, le hice una llave con mis brazos a la altura del cuello, hasta que lo solté para intentar tranquilizar la situación, pero se escapó», subrayó. Y agradeció tener recursos para defenderse: «Yo por suerte pude hacerlo, mi pareja se quedó inmóvil, no supo cómo reaccionar y recibió los golpes del hombre».
Durante el enfrentamiento, Bortoni sufrió raspones que le provocaron heridas leves. Cuando consiguió controlar al atacante, recibió una excusa insólita sobre el ataque: «Nos dijo que su sobrino le había estado preguntando por qué nosotros nos estábamos besando en la plaza».
La pareja recibió apoyo por parte de las dos mujeres que presenciaron la situación y que también eran familiares del nene. No solo se disculparon por lo que había sucedido, sino que les dijeron que el chico en el colegio recibe Educación Sexual Integral (ESI) y que no era «algo raro» para él, como sí planteó el hombre, de unos 55 años. «Está loco, no puede hacer algo así», le dijeron sus propios familiares.
Por las heridas en las piernas y en los brazos, Brian y su pareja fueron atendidos por el SAME y luego se acercaron a la comisaría a hacer la denuncia. «Por suerte estoy bien. A mí no llegó a golpearme de lleno. Sí tengo lastimadas las rodillas, pero sacando eso estoy bien», destacó sobre su salud.
Al ser domingo y de noche, las víctimas explicaron que no había demasiada gente en la zona, pero sí creen que toda la secuencia tiene que haber quedado registrada en las cámaras del edificio de la Comuna o en los domos de la ciudad de Buenos Aires. «Una empleada de seguridad de la sede comunal vio todo, pero cuando me acerqué me dijo que no, que vaya al CGP en horario de atención a pedir por las cámaras de seguridad», cerró. AGRUPADORES:HOMOFOBIA