Una adolescente que auxilió al joven Fernando Báez Sosa, quien murió ayer tras una pelea a la salida de un boliche en Villa Gesell, contó al aire de Crónica HD que la ambulancia tardó entre «35 y 40 minutos en llegar» al lugar del hecho, lapso en el que ella y unos policías intentaron reanimar a la víctima.
Se trata de una joven de 17 años, de nombre Virginia, que está de
vacaciones en esa localidad balnearia con su familia y ya declaró ante
la justicia sobre sobre su intervención en el hecho que comenzó a las
4.50 de este domingo, cuando del boliche Le Brique retiraron a un grupo
de chicos «del cuello» y a otos «por otro lado».
La testigo,
oriunda de la Capital Federal, dijo que ella estaba a metros de la
víctima y que cuando comenzaron a pegarle «los policías de la zona
estaban en otra pelea» en las inmediaciones.
«Lo vi tirado en el piso y que le seguían pegando patadas, cuando
estaba en pleno estado de inconsciencia», relató la chica sobre el
momento en que vio como golpeaban a Fernando Báez Sosa (19).
Cuando
se detuvo la riña y los agresores escaparon, esta adolescente, al ver
que «nadie hacía nada», se acercó a la víctima y como ella había
realizado un curso de RCP trató de reanimarlo.
«Recién 35 o 40
minutos después llegó la ambulancia», señaló la chica y detalló que
cuando arribaron los médicos, la víctima «tenía pulso».
«No convulsionó en ningún momento y estaba inconsciente. Tenía cortes en la cabeza y en la cara, y nunca reaccionó ni habló», relató.
Según la testigo, entre su intervención y el arribo de la ambulancia, la víctima también fue asistida por sus amigos y los policías que fueron llegando al lugar.
Consultada de si la víctima y sus amigos estaban alcoholizados, la testigo aclaró que ella no los vio «en mal estado» y que no sabe cómo se encontraban los agresores porque no tuvo contacto directo con ellos.