Polémica en Rosario donde el jefe de los asesinos opera desde una cárcel. Cobran por matar o «mandar mensajitos»
La justicia Rosarina detuvo a un empresario por contratar a un sicario para matar a su socio. La investigación de esta causa puso al descubierto la existencia de una “empresa de sicarios”, liderada por un preso desde la Unidad Penal 3, que cobraba desde 40 mil pesos por balear en las piernas a una persona.
Según consta en el expediente judicial, la negociación telefónica se realizó el 5 de mayo pasado entre Fabio Giménez, un preso en la Unidad Penal 3, con Germán Ponce, quien le habría encargado al recluso el asesinato de un empresario.
En medio de los intercambios por ese encargo, Ponce le reenvió un audio a Giménez en el que una persona no identificada le dijo que tuvo un problema con otra y que quería “mandarle un mensajito relajante”.
“Amigazo, hay un gil que se zarpó bien gil, me gustaría mandarle un masajito relajante, fijate, tengo piripipí, ¿cuánto sale en plata? Que se ubique, yo vivo de un sueldo”, dijo esa persona que buscaba venganza.
De acuerdo a la escuchas, Giménez le respondió a Ponce: “¿Qué clase de mensajito le querés mandar amigo? Y le mandamos boludo”.
Ponce le aclaró que “el problema” era que tenía “para dar 100 gramos de flores (de marihuana)” como forma de pago y añadió: “Pero de la piola, las piernas nomás”.
“Y plata, así lo hacemos hoy nomás”, replicó el preso Giménez, que según los fiscales rosarinos Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, lideraba desde la cárcel una organización que realizaba crímenes por encargo, uno de los cuales se llevó a cabo el 16 de abril pasado cuando mataron al lugarteniente de un narco preso.
Ese mismo día, pero más tarde, Ponce le preguntó a Giménez “cuánto en plata” costaba la balacera.
“El loco es laburante y se metieron con su hermano. En la Sexta (un barrio de Rosario) vive, el que necesita los masajes en las piernas”, agregó.
Entonces, Giménez le dijo que tenía a alguien para perpetrar el ataque y que necesitaba que le muestre a su “amigo la casa y quién es” al que había que balear.
“Dale, no un loco también laburante como él pero se zarpó, no sé qué le hizo en el laburo y este está re embroncado. Cuánto sale en plata, así le digo que no, que las flores no”, repuso Ponce, descartando el pago en marihuana.
Según la escuchas del caso, Giménez se mostró comprensivo y adelantó que no le iba a cobrar mucho: “Dejame que mi amigo vaya y vea dónde queda y él te va a decir, igual le voy a decir que no te mate, igual que te cobre lo que vale me entendés, y lo pueden hacer hoy mismo”.
Finalmente, más tarde Ponce volvió a insistir para conocer el precio del “trabajo”, a lo que Giménez respondió: “40 mil dijo mi amigo, tres tiro en la pierna”.