La noche del 17 de diciembre de 2020, el conductor cruzo un semáforo en rojo, embistió a Isaac Ovadia Sus y a su mamá, y escapó. La mujer resultó herida y todavía tiene secuelas.
El juez Gabriel Vega, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº15 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, condenó este lunes a Ricardo Emanuel Papadopulos a cuatro años y seis meses de prisión por haber atropellado con su auto a Debora Inés Agosti que cruzaba la calle con su hijo Isaac Ovadia Sus el 17 diciembre de 2020 en el barrio de Flores. Como consecuencia del incidente vial el nene de cinco años murió y la mujer aún convive con las secuelas. En el juicio intervino el fiscal Ignacio Mahiques, quién había solicitado una pena de cinco años de prisión.
Papadopulos fue considerado responsable de los delitos de homicidio culposo y lesiones graves culposas, agravados ambos por la conducción imprudente de un vehículo con motor y por haberse dado a la fuga. El juez Vega le fijó también una inhabilitación para manejar vehículos por 10 años. Los fundamentos de la sentencia se conocerán el próximo 2 de agosto.
Antes de conocerse el veredicto, el padre del nene que murió y esposo de la mujer que resultó herida pidió la palabra. “Cada día que pasa el dolor se profundiza más”, manifestó y sostuvo: “Que Dios se apiade de esta persona porque lo va a necesitar, a una persona normal no se le ocurre salir a manejar con el parabrisas todo polarizado”.
La defensa de Papadopulos había requerido que se lo absuelva por duda o que se le fije la pena mínima prevista para este delito (tres años de prisión en suspenso).
Durante su alegato, el fiscal Mahiques recordó que la noche del incidente vial Papadopulos circulaba por la avenida Directorio sin licencia de conducir y con los vidrios polarizados. Al llegar a la intersección con la Avenida San Pedrito, el acusado, pese a que el semáforo estaba en rojo, no se detuvo y cruzó la calle. Es por eso que el fiscal aseguró que el joven violó el “deber de cuidado”, perdió el dominio del vehículo y aceleró durante 20 metros aunque tanto el pequeño como su madre se encontraban en “su campo visual”.
Según el letrado, a la situación se le sumó que el acusado no socorrió a sus víctimas y huyó del lugar a alta velocidad, para finalmente entregarse ocho días más tarde. “Papadopulos no respetó la prioridad de paso de la cual gozan los peatones: avanzó sobre la senda peatonal en rojo, aceleró sin verificar lo que tenía adelante, sin prestar la debida atención al tránsito y violó el derecho de los peatones”, afirmó el fiscal.
“Los peritos mencionaron que el rodado aumentó en forma sostenida la aceleración cuando el semáforo cambió a verde: en lugar de frenar, hizo todo lo contrario, avanzó directo y de forma pronunciada hacia donde estaban las víctimas, alcanzando los 53 kilómetros por hora al momento de la colisión”, señaló Mahiques y añadió que “la desprotección a la que sometió a las personas se vio evidenciada: atropelló a un niño, lo abandonó y lo dejó sin posibilidad de atenderlo. Cuando la ambulancia llegó, ya era demasiado tarde, nos explicaron los propios médicos del SAME”.