“Subite, que lo corremos”, le dijo la maestra a la joven víctima. Lo redujeron y la policía logró detenerlo. Sin embargo, al rato la Justicia lo puso nuevamente en libertad.
El violento episodio empezó cerca de las 18 en la calle 500 entre 7 y 8 de Villa Castells, por donde circulaba rezagado el menor ya que su padre se había adelantado un par de cuadras para llegar antes a la casa. Al doblar en la esquina, el chico se topó con tres sujetos a bordo de una moto, apenas un poco más grandes que él, que le cerraron el camino, lo amenazaron y le sacaron la bicicleta.
“Bajate que te pincho todo”, le dijo uno de ellos a la víctima mientras le mostraba un arma blanca, según relató el padre del nene en diálogo con La Nación. Tras un breve forcejeo, el ladrón consiguió su objetivo y se dio a la fuga.
El chico se quedó paralizado en el lugar unos segundos, hasta que entró en escena un auto conducido por una mujer que iba con su hijo de 18 años. “Subite, que los corremos”, le gritó, y así empezó la persecución.
“Por suerte, los vecinos se portaron de mil maravillas. Lo vieron a mi hijo cuando lo habían asaltado y una mujer lo subió a una camioneta para correr al chorro que se llevaba su bicicleta”, sostuvo Luis, el padre, y añadió: “Mi hijo me contó que la mujer iba tocando bocina y no le perdió pisada. Hasta que salieron otros dos vecinos y lograron tirarlo al piso”.
Entre todos retuvieron al ladrón contra el piso hasta que llegó la policía, una media hora después. “Estos pibes nos roban todos los días, acá tiene que pasar algo”, expresó el papá de la víctima mientras grababa la escena con su celular.
Pero a pesar de la intervención espontánea de sus vecinos, que esperaron junto con él hasta que llegó la policía, el hombre remarcó: “Como el delincuente tiene 16 años, la Jueza de Menores lo dejó libre enseguida, cuando yo todavía estaba haciendo la denuncia. Parece una burla”.
Por su parte, la mujer que persiguió al asaltante con su auto, es una docente de 46 años de la zona de Ensenada. En una nota con el mismo diario, contó que la persecución se extendió por “aproximadamente 15 minutos” y aclaró que “nunca quiso arriesgar la vida de nadie, incluida la del delincuente”.
