Todo se dió en una escuela secundaria de la provincia de San Juan quedó envuelta en un escándalo por un caso de “bullying extremo”. Según trascendió, dos alumnos drogaron a un compañero de 13 años con un cóctel de antidepresivos y estimulantes y el chico terminó internado. “Los médicos me dijeron que le agradezca a Dios porque pudo haber sido mucho peor”, sostuvo su mamá.
El hecho ocurrido este miércoles durante el horario de clases en el colegio Pablo Ramella, ubicado en el barrio 12 de Diciembre del departamento de Rawson derivó en una investigación sobre las circunstancias de la intoxicación.
“El niño está fuera de peligro, afortunadamente. Este es un caso de bullying grave. Con consecuencias que pudieron haber sido fatales. El Ministerio actuará en consecuencia”, indicó a los medios locales Marcela Platero, jefa de Gabinetes de Educación.
Por su parte, Ana Sánchez, secretaria de Educación provincial, precisó que el alumno tuvo que ser sometido a un lavaje de estómago y que las sustancias detectadas por los médicos del Hospital Rawson que lo atendieron fueron benzodiazepina, un opiáceo y anfetaminas.
“Me llamaron para decirme que mi hijo estaba mal. Pensé que se había caído, pero me dijeron que lo habían drogado”, recordó la mamá de la víctima en diálogo con SanJuan8. Y resaltó: “Cuando llegué a la escuela estaba drogado, desvanecido. No era él. Él estaba en clases. Cuando llegué yo, mi hijo estaba perdido. No podía estar de pie. Cuando me acerqué a él se iba para atrás, no tenía fuerzas para nada”.
En ese escenario, la mujer apuntó que los directivos de la escuela ni siquiera habían llamado a una ambulancia cuando ella llegó y que “la docente que estaba a cargo no entendía nada”. “No se dio cuenta de que mi hijo estaba mal. Pedí que se hicieran cargo y ahí los menores confesaron que le echaron pastillas en un agua saborizada”, agregó.
Y concluyó: “Cuando llegó la ambulancia tenía mal la presión y el azúcar. En el hospital descubrieron que las pastillas que le mezclaron eran muy peligrosas. Si mi hijo ingería más, pasaba lo peor. Primero convulsiones y luego parálisis cerebral. Me dijeron los médicos que lo que hicieron fue muy grave”.