Cabe destacar que Romero, quien había sido citado inicialmente como testigo, ahora enfrenta una imputación formal por su presunta implicación en la desaparición de la diseñadora, ocurrida el 8 de julio de 2011. Según la investigación, el camionero habría levantado a Cash en la rotonda de Torzalito, en General Güemes, y la habría trasladado hasta la Difunta Correa, en el paraje Palomitas. Sin embargo, las contradicciones en sus declaraciones sembraron dudas desde el inicio, y nuevos testimonios reforzaron las sospechas en su contra.
Este miércoles será formalmente acusado, en una audiencia que podría aportar mayores detalles sobre su rol en el caso.
Sin dudas que la desaparición de María Cash sigue siendo un enigma. La joven diseñadora de 29 años fue vista por última vez mientras realizaba un viaje por la ruta nacional 9, en dirección a Jujuy. A lo largo de los años, el relato de Romero cambió en varias ocasiones, y testigos clave desmintieron algunos aspectos de su versión.
Por ejemplo, empleados de una estación de servicio cercana aseguraron haber visto a Cash desorientada y pidiendo ayuda en la ruta, mientras que Ramón Crespín, dueño de una gomería en la zona de la Difunta Correa, afirmó no haberla visto nunca en el lugar.
Un giro inesperado ocurrió días atrás cuando David Romero, hermano del ahora detenido, realizó una declaración que llamó la atención de los investigadores: «Si se mandó una macana, que se haga cargo», dijo durante su declaración ante la justicia.