Por Notibaires 
Con la mente puesta en las elecciones, Máximo Kirchner y Sergio Massa están impulsando con fuerza el armado electoral del peronismo, presionando para que el gobernador bonaerense Axel Kicillof defina ya el cronograma de elecciones en la provincia de Buenos Aires. El objetivo: evitar el desdoblamiento del calendario y garantizar listas únicas para mantener la unidad contra Javier Milei.
Lo cierto es que Kicillof discrepa. Desde La Plata busca postergar la definición de las Primarias Abiertas (PASO) y pretende confirmar primero el formato y fecha de los comicios provinciales –propuestos para el 7 de septiembre, separados de las elecciones nacionales– antes de avanzar con las listas .
En ese sentido, el peronismo bonaerense atraviesa una pugna interna: hay tensiones entre el massismo, el camporismo (vinculado a Máximo) y el kicillofismo. El primer bloque presiona para optar por una boleta única a nivel nacional y provincial, mientras Kicillof apuesta por el desdoblamiento y potenciar su liderazgo local.
Desde el entorno de Massa y de Máximo Kirchner argumentan que el tiempo apremia: el armado de listas y alianzas debe definirse antes del cierre de inscripciones y en unidad para enfrentar con fuerza la polarización con Milei. De lo contrario, advierten, Unión por la Patria (UP) podría fragmentarse con múltiples listas competidoras.
Mientras tanto, Cristina Kirchner reapareció en escena advirtiendo que el peronismo debe dejar “mezquindades y egos” de lado y lograr la síntesis necesaria para mantener la unidad.
El desafío pendiente
Por ahora, solo se registraron reuniones entre los líderes del peronismo, pero sin definiciones. La presión de Massa y Máximo busca empujar a Kicillof a cerrar acuerdos antes del cierre del cronograma electoral. La pregunta clave es si lograrán superar las diferencias y presentar una sola lista en octubre, o si el peronismo bonaerense irá dividido —una debilidad que podría favorecer a La Libertad Avanza y al PRO.