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Especialista en Finanzas
El flamante ministro de economía, Martin Guzmán, se encuentra realizando sus primeros pasos como funcionario, donde pareciera que su primer objetivo es generar una mayor recaudación fiscal para afrontar los compromisos de pago de deuda sin tener que seguir aumentando la presión fiscal a una “saturada” clase media. Algo que se cuestionó desde el principio de su elección, era la falta de experiencia en cargos públicos pero dichas críticas se apaciguaron ante una destacada formación académica admirada hasta por sus contrincantes.
Gúzman es egresado en ciencias económicas de la Universidad Nacional de La Plata, con diversos estudios en el extranjero tanto en la Universidad Brown como en la Universidad de Columbia, donde estuvo bajo las órdenes del premio nobel en Economía Joseph Stiglitz. Para contrarrestar su falta de experiencia en cargos públicos, armó su equipo económico con un mix de personas provenientes del ambiente de la política como Raúl Rigo nombrado como secretario de hacienda, quien fue subsecretario de Presupuesto de la Nación entre los años 2002 y 2017, ocomo la figura de Roberto Arias como secretario de Política Tributaria quien fue director de Fiscalización de la Dirección Provincial de Rentas del gobierno de la provincia de Buenos Aires entre 2002 y 2008, y por otro lado, otros funcionarios con un perfil más académico como Maia Colodenco como directora de la unidad de Relaciones Internacionales o la presencia de Sergio Chodos como director ante el FMI, no es casualidad que aquellos donde tengan una mayor interacción con organismos internacionales tengan este tipo de características.
Tanto Guzmán como todo su equipo económico enfrentan un panorama difícil donde se debe atacar varios frentes problemáticos, y hasta en algunos casos, con intereses contradictorios entre sí
. Ya no quedan dudas que los vencimientos de pago de deuda para el año 2020 son inviables en base a la situación de la economía argentina, por lo que se debe lograr un nuevo acuerdo con el FMI para no caer en un default total de la deuda. Es por esto que ya en los días previos a la elección, personas como el economista Guillermo Nielsen, se encontraban en conversaciones con gente del FMI para iniciar las negociaciones de un nuevo acuerdo. Sin embargo, esto no será suficiente, por más que la Argentina logre el mejor acuerdo de su historia, debe cuanto antes reactivar su “bastardeada” economía, no solo para generar los dólares suficientes para afrontar dichos compromisos, sino que también para mejorar los preocupantes índices de indigencia, pobreza y desocupación del país.
Fueron varios momentos, dentro de estos pocos días de vigencia del actual gobierno, donde se habló de un consenso social, y no es menor este detalle por lo mencionado anteriormente, donde no hay soluciones mágicas y algunos sectores deban ceder en pos de una posible solución viable para salir de la actual crisis económica. Dentro de los primeros movimientos del actual equipo económico, fue noticia durante estos días, las modificaciones sobre las retenciones al campo. Dicha medida consiste en la eliminación del tope de gravamen sobre las exportaciones de soja, que actualmente era de 4 pesos por dólar de retención y, por otro lado, se aumentó la alícuota por el derecho de exportación en un cinco por ciento aproximadamente. Esta primera medida recibió tanto críticas como elogios o justificaciones. Aquellos que están en desacuerdo con la medida dicen que es un motivo para desalentar las exportaciones de la industria agrícola y es perjudicial para la generación de fondos en moneda dólar, por el contrario, hay quienes dicen que el tope de los 4 pesos por dólar de retención estaba desactualizado al igual que las alícuotas, y que esto ayudaría a la recaudación fiscal sin necesidad de “apretar”a otro tipo de industrias con realidades más adversas que la agrícola.
Por más que la Argentina logre el mejor acuerdo de su historia, debe cuanto antes reactivar su “bastardeada” economía
Otra de las medidas del nuevo gobierno fue la restitución de la doble indemnización para los despidos sin causa en el sector privado y declarar la emergencia ocupacional por el plazo de 180 días. Está medida tuvo una mayor polémica que las retenciones al campo, la misma consiste en casos de despidos sin causa, enla duplicación de la indemnización por antigüedad y la de preaviso más la integración del mes de despido, están excluidas la liquidación final de los días trabajados, el aguinaldo (SAC) y las vacaciones proporcionales que no son indemnizaciones. Esta medida tiene un solo objetivo que es tratar de minimizar la ola de despidos originada durante el 2019 en virtud de un posible recupero de la economía durante el 2020. Lo más polémico y criticado de este decreto, es que no hay una distinción dentro del “sector privado” que menciona el mismo, y dada la situación actual de las Pymes, agregaría un problema más a las mismas en caso de realizar un despido de este tipo.
No quedan dudas que el ministro Martin Guzmán y su equipo económico está aprovechando “los primeros 100 días de gracia” que tiene todo gobierno cuando asume para conducir mediante distintas medidas a la economía argentina en base a su plan económico, donde apunta a una reactivación de las industrias con números negativos durante los últimos años, como consumo masivo, automotriz o la industria textil.
