Si bien habían anunciado la llegada de un millón de dosis del laboratorio Sinopharm para enero, el envío aún no se produjo. Hay disputas en el Gabinete y el Ministerio de Salud por la responsabilidad.
El plan masivo de vacunación que prometió el Gobierno nacional hace unos meses, se está viendo cada día más demorado. Es que la aplicación de la vacuna rusa contra el coronavirus está postergada luego de que en varias oportunidades el país productor cancelara el tercer envío. Y como si fuera poco, la reciente llegada de dos millones de dosis elaboradas por Sinovac a Chile, generó incertidumbres sobre el manejo de la pandemia.
La pregunta es por qué, en medio de las demoras con la vacuna rusa, siguen sin cerrarse los acuerdos con Beijing para que la Argentina pueda iniciar una campaña de vacunación masiva contra el Covid-19.
No se explica por qué no se concretó la compra de 30 millones de vacunas de Sinopharm, del Grupo Farmacéutico Nacional Chino. Dicho laboratorio ya tenía listas para mandar a la Argentina un millón de dosis durante enero, pero el envío nunca llegó.
Fuentes cercanas al Gobierno confirmaron que el contrato comercial con Sinopharm ya está en el Ministerio de Salud listo para ser firmado, y que este organismo lo demora por razones varias. Una de ellas sería el desacuerdo sobre el precio de la vacuna y los plazos de entrega. También está la versión de que Salud prefiere cerrar antes con los otros laboratorios.
Desde la cartera del ministro Ginés González García señalaron que la primera versión es “absolutamente falsa”. Afirman que las conversaciones con China están abiertas tanto para adquirir la vacuna de Sinopharm, la de Sinovac -la que compraron los chilenos- y también con CanSino, que producen Canadá y China en conjunto.
En el Gobierno también señalan que Chile tuvo un acceso más rápido a Sinovac porque es un socio privilegiado de China, al ser oficialmente un miembro de la iniciativa One Belt one Road.
La negociación está hoy al mando del embajador en Beijing, Sabino Vaca Narvaja, pero en Buenos Aires siguen sin cerrar el contrato. La decisión es del Ministerio de Salud, que está cruzado por algunas internas.