Apenas 48 horas después de lograr la sanción legislativa al proyecto de “Solidaridad Social y Reactivación Productiva», el Ministro de Trabajo, Claudio Moroni, señaló que el aumento de los salarios privados se dispondrá por decreto del presidente de la Nación, y será de entre 5.000 y 8.000 pesos. La mejora salarial será a cuenta de los acuerdos en paritarias. El funcionario agregó también que negociarán con las empresas para que no haya traslado a precios.
«Queremos que los sectores que perdieron poder adquisitivo recuperen lo más que puedan. Esto es un piso de la negociación salarial, queda incorporado al salario. No es un bono y será remunerativo”, manifestó, como para que no haya equívocos.
De este modo, el gobierno aplicará a los salarios privados la misma lógica que a las remuneraciones previsionales: un aumento de suma fija, que es proporcionalmente más importante para las escalas inferiores de ingresos y contribuye a achatar las diferencias. Esto, a su vez, tiende a tener un mayor impacto sobre el consumo, al cual deja librado el efecto reactivador del reciente paquete de medidas que, por su componente fiscal, tiende a contraer la capacidad de demanda del sector privado.
El carácter “remunerativo” del aumento significa una detracción parcial por los aportes de los trabajadores y un costo laboral adicional, por la carga de impuestos y aportes que deben afrontar los empleadores. En ambos casos, con destino al fisco y al sistema previsional.
Moroni aclaró que el aumento será a cuenta de los futuros aumentos que sindicatos y empresas acuerden en negociaciones paritarias.
El funcionario agregó además que el gobierno complementará el decreto de aumento a los salarios privados con negociaciones con las empresas, para evitar que éstas trasladen su mayor costo laboral al precio final de sus productos. “La política de precios y salarios tiene que ser convergente. Si los aumentos nominales se van a precios, no servirá de nada”, enfatizó.